domingo, 17 de mayo de 2009

El día de glaciar de Chávez (paga el pueblo venezolano)

Noticiero Digital.- Es poco de los “acuerdos firmados” que destaca la prensa argentina sobre la visita de Chávez y su numerosa comitiva a ese país. En cambio, su día de vacaciones en un glaciar de la Patagonia , acompañado de dos hijas y tres nietos sí les llamó la atención. Así lo vió la periodista Mariela Arias del diario La Nación en su crónica de hoy. Chávez, un promotor kirchnerista Pidió a turistas extranjeros que publicitaran la provincia de los Kirchner; firmó acuerdos EL CALAFATE.- Apenas si se vieron ayer la presidenta Cristina Kirchner y su par venezolano Hugo Chávez. La jefa del Estado y su marido, Néstor Kirchner, fueron a despedirlo en la puerta del Tango 01. Y poco más. Chávez vivió un día entero de placer y vacaciones, con una recorrida al Parque Nacional Los Glaciares acompañado por el gobernador Daniel Peralta y el canciller Jorge Taiana. “Tenemos que acelerar el paso ante el caos en que vive el mundo”, afirmó ayer Chávez ante la consulta de LA NACION, al hacer un escueto análisis de la reunión y la firma de acuerdos bilaterales con la Presidenta. “La crisis del capitalismo mundial nos obliga a apurar la integración entre Argentina y Venezuela y estamos decididos a hacerlo”, agregó. Hasta último momento se esperó que Cristina Kirchner fuera la guía turística del venezolano, pero eso no ocurrió. Pasado el mediodía, Chávez, las dos hijas y los tres nietos del líder bolivariano, ministros y funcionarios de alto rango y medio centenar de custodios poco amigables, llegaron a las pasarelas del glaciar Perito Moreno, a 75 kilómetros de aquí. Lo hicieron a bordo de dos camiones ultramodernos adaptados para la aventura 4×4, gentileza de un empresario local amigo de los Kirchner. “Estoy maravillado, estoy maravillado”, no se cansaba de repetir Chávez, que durante las dos horas de su visita no dejó de hablar con la gente que se le acercaba. “Me preguntó qué estábamos haciendo y le expliqué que se trata de un ascensor para personas discapacitadas”, relató contento Carlos Miranda, un obrero de la construcción que como tantos detuvo su trabajo ante el revuelo chavista. “¡Viva el Che!” gritó Chávez. Aplausos y vivas hubo en las pasarelas. “¿Y ustedes, de dónde son?”, le preguntó a una pareja de londinenses. “Tienen que llevar este mensaje, contar las maravillas de este lugar”, recomendó. Chávez rompió la barrera de su propia custodia permanentemente y no paró de hablar en todo el recorrido de las pasarelas. Al final, regresó al puerto de Punta Bandera, pero antes le prometió a Peralta que volvería a transmitir desde aquí su programa televisivo “Aló, Presidente”.

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podrán reclamarnos mañana, si evadimos el compromiso solemne, si desertamos del rumbo, si abandonamos la marcha..."

Leonardo Ruíz Pineda (1916-1952)