jueves, 15 de marzo de 2007

COMUNICADO FORMULA1

Ante la dramatica situacion que esta viviendo el compañero Nixon Moreno el cual es perseguido politico por un regimen que no soporta la disidencia ni la pluralidad, el movimiento FormULA1 quiere unir su voz a la de los miles que hoy claman por una solucion favorable para salvaguardar la vida del amigo nixon asi como, la de los distintos perseguidos y presos politicos que este regimen, mantiene.
La Universidad como pluralidad no puede ser condenada a un estado de sumision y mucho menos perseguida por los ideales que sus miembros detenten, por lo que la persecusion y enjuiciamiento de uno de sus miembros por sus ideas, se convierte en la persecusion y enjuiciamiento de toda la comunidad universitaria.
El Movimiento FormULA1 rechaza la actitud con que este regimen pretende dirimir las diferencias politicas, asi como las pretenciones de suprimir la Autonomia Universitaria en pro del establecimiento de un modelo que solo busca la continuidad de un solo individuo en el poder, mas alla de la solucion real de las distintas problematicas que enfrenta nuestro pais y las cuales fueron denunciadas por el compañero Nixon, lo que le ha valido la persecucion politica, la clandestinidad y hoy, la dramatica situacion de estar solicitando ante la Nunciatura Apostolica asilo politico.
El movimiento FormULA1 hace un llamado a toda la comunidad universitaria a unirnos en pro de la defensa de la Autonomia Universitaria y el apoyo solidario e incondicional con el compañero Nixon Moreno en estas horas de angustia.
Por una Universidad Libre Autonoma y Democratica.
MOVIMIENTO FORMULA1

Leer Noticia Completa...

viernes, 9 de marzo de 2007

EL LABERINTO Lic. Danny Ramirez

El LABERINTO Me encontraba reflexionando después de un dia de lo mismo, ver donde había trabajo, para tratar de resolver las 20 Lucas diarias para vivir ( yo solo) y los gastos mensuales del apartamento y de los demás compañeros, pasar revista a las actividades universitarias, engrosar alguna donación de los muchachos al presupuesto para girar y evaluar la participación en prensa que tuvimos y todo eso en fin un día ajetreado normar aquí en Mérida, así que cuando llegue a mi casa me senté a descansar, luego al final de la película mientras pensaba en que mas podríamos hacer nosotros para ayudar al partido y que a su vez el partido ayudara al pueblo en fin de nuestro trabajo hay una escena de un laberinto que me recordó las clases de psicología de bachillerato donde un ratón era soltado en un laberinto y cada vez que equivocaba el camino recibía un corrientazo hasta que aprendía el camino y siempre llegaba hasta donde estaba el queso y haciendo metáfora con esto se me ocurrió una triste realidad venezolana estamos en un laberinto llamado revolución bolivariano donde nos encontramos con corrientazos legales, triquiñuelas electorales, abuse de poder, violación de derechos humanos, censura y discriminación política y como el ratón al entrar al laberinto nos llevamos por los impulsos y nos dieron nuestra dosis de corriente y no encontramos el camino que nos lleve al queso del centro del laberinto que para nosotros seria; libertad, democracia, empleo, crecimiento, desarrollo, libertad para los presos políticos, regreso de los exiliados, igualdad electoral, instituciones imparciales, en fin una Venezuela libre y de los venezolanos, durante casi 10 años nos hemos dejado llevar por el impulso sin encontrar el camino sin detenernos como el ratón a usar los instintos políticos y ver donde esta el camino el ultimo impulso que nos llevamos, fue la gracia de Jovito Villaba en el 52 repetida a la enésima potencia en el 2006. ¿Cómo se sale del laberinto? Bueno para salir del laberinto hay que detenerse como el ratón un segundo y ver instintivamente cuales son nuestras opciones; la de ir a elecciones hasta que venzamos, esta es una y es el camino que veníamos recorriendo hasta que nos encontramos con un muro llamado CNE que se entrego vilmente al gobierno creando una situación de duda y aun así seguimos ese camino hasta que no lo tranco un muro el de la legitimidad el de las condiciones para participar las cuales desaparecieron y nos quedamos allí para derrotar el muro hay que conseguir esas condiciones “ sino hubiese habido candidato de la oposición en diciembre hubiéramos creado una grieta en el muro para exigir condiciones de participación” ahora el muro sigue sólido tenemos opciones el TSJ que esta arrodillado y la calle en marchas y protestas y tener candidatos para exigir condiciones y si no nos las dan retirarnos y crear una grieta en la confianza del mundo y de cada persona ¿es viable ese camino? Democráticamente es el único que nos queda después de recoger las firmas y si seguimos así vamos derecho a que nos ilegalicen por decreto alegando que somos conspiradores, subversivos, que andamos en planes de desestabilización, y tenemos que preparar el terreno ya nosotros mismos por si esto sucede; el otro camino es el de la conspiración montarnos en un plan conspirativo de resistencia a mediano plazo donde podamos llevarle al pueblo de Venezuela los problemas económicos que tenemos que sienta la inseguridad, que se atemorice por ella, que sienta el desempleo, la explotación del gobierno, la escasez de productos, y a su vez ofrecer un nuevo país, para esto hay que organizarse y estar convencidos que es la única salida del laberinto y convencer al pueblo que es así, crear las condiciones sociales, económicas y políticas para que momento se de y hacer el trabajo internacional para que se de podemos aprovechar la reconversión monetaria y la crisis económica y social que va a traer y estar listos para quebrar el muro cuando el país quede en quiebra en febrero del 2009 pero para esto hay que organizarse sin partido no llegaremos a ningún lado, sin una organización sólida no llegaremos a ningún lado y hay que tener una voz, nosotros somos esa voz, Henry y la compañera Isabel Carmona nos lo dijeron en el secretariado como la voz que va llevar el mensaje y que va a presentar los programas, y debemos ser el motor de la organización que permita actuar cuando sea necesario por eso propongo que cada uno en los diferentes estados creemos un periódico o un boletín semana llamado, “ La Grieta” y empecemos a luchar, donde el secretario juvenil tenga un espacio para dar los lineamientos nacionales semana a semana y cada estado tenga su espacio para sus propios lineamientos y criticas a su estado así empezáramos a crear una fisura y lograremos romper las paredes del laberinto llamado Revolución Bolivariana. Y que el mismo se reparta se los días miércoles de cada semana en horas de la noche en las casas en las universidades y en hospitales, y todas aquellos sitios que puedan emitir opinión social, este debe ser nuestro aporte al partido y a su vez a Venezuela, el volante debe ser sencillo tres párrafos unos nacional otro regional con criticas a los problemas sociales y el tercero una propuesta nuestra a la situación social de la que hablamos mas arriba y para culminar un caricatura llevando alguna critica social podemos resucitar al Juan bimba para criticar directamente al régimen en una frase tipo zapatazos pero creada por nosotros, hay les dejo la propuesta y espero su opinión. Danny Ramirez Sec. juvenil de Mérida

Leer Noticia Completa...

viernes, 2 de marzo de 2007

Carta al Sr. Hugo Chávez Frías

 

Ciudadano HUGO CHÁVEZ FRÍAS Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Su despacho.- Yo, FRANCISCO V. USÓN RAMÍREZ, venezolano, mayor de edad, militar en el grado de General de Brigada del Ejército venezolano en situación de retiro, titular de la Cédula de Identidad V- 4.349.409, por medio de la presente acudo a fin de hacer referencia a lo expresado por usted en varias oportunidades ante los medios de comunicación, en el sentido de que estaría dispuesto a que mi caso pudiera ser revisado en función de mi conducta. Le manifiesto que me extraña tan benevolente actitud, cuando para usted yo me morí en su mente luego del once (11) de Abril de 2.002, y hace unos días, súbitamente me nombra sin que hubiese una razón específica. ¿Qué le pasa Sr. Chávez? ¿Qué le preocupa? No se percata de que luego de cuatro (4) años, usted reconoció que en Venezuela existen presos políticos, cuando numerosos voceros del gobierno cínicamente se referían a nosotros como “políticos presos”. Sepa que mi caso se encuentra bajo evaluación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ahí se quedará, instado por mis representantes legales y por mi familia, como otra prueba fehaciente de que en Venezuela se violan los derechos humanos. No me interesa un indulto de su parte por varias razones. La primera es que el indulto es para las personas que, sintiéndose culpables, buscan el perdón por algún crimen que hayan cometido, y yo soy inocente, y como inocente, no necesito de perdón alguno. Ejercí con moderación un derecho universal y por ende constitucional: “la libre expresión del pensamiento y las ideas”, un derecho al cual no pienso renunciar así me cueste la vida, porque ya la libertad la perdí. No me interesa además su indulto porque cumplo con dignidad mi sentencia, y me comporto como un buen preso, mi record de conducta y el número de horas de clase que he impartido en el CENAPROMIL así lo demuestran. Prefiero que se me condicione, desde el punto de vista legal, al someterme a las imposiciones que el Tribunal de Ejecución de Sentencias tenga a bien imponerme en el marco de la Ley, a ser exhibido como un trofeo de su supuesta magnanimidad de Presidente reelecto. Yo no soy como su compañero golpista, ese con el cual recíprocamente intercambió los peores insultos y que hoy es su flamante embajador en la ONU. Señor Chávez, yo tengo principios y valores, me los inculcaron en mi casa y me los reforzaron en la Academia Militar de Venezuela, esa que hoy, para vergüenza de los que nos graduamos en ella, se califica no como la “Cuna de Libertadores” sino como “Cuna de la Revolución Bolivariana”. Yo no me presto para que se me utilice con fines propagandísticos. ¿Quiere ser magnánimo como Jefe de Estado que ha sido reelecto?, haga que la Asamblea Nacional promulgue una ley de amnistía general para todos los presos y perseguidos políticos, y por supuesto, cumpla con aquello que usted me prometió la noche del diez (10) de Abril de 2.002, ¿se acuerda? cuando le manifesté mi preocupación sobre lo que podía ocurrir al día siguiente, y usted me respondió que actuaría con “tolerancia total”. Demuéstreme que me equivoco, y que usted no regresará a sus fueros en unas pocas semanas pretendiendo imponernos un proceso político que nadie quiere. Si como se dice, usted fue reelecto con esa abrumadora mayoría, es porque muchos venezolanos y venezolanas lo quieren y tienen cifradas sus esperanzas en usted, y no por lo que hace, mejor dicho, por lo que no hace. No intente imponer eso que llaman Socialismo del Siglo XXI, cualquiera que sea su decisión, tómela en nombre de la tolerancia y por la paz de la República. Atte.- __________________________ Francisco Vicente Usón Ramírez. Preso Político y de Conciencia

Leer Noticia Completa...

DISCURSO PRONUNCIADO POR BETANCOURT EN LA FUNDACION DE AD

 

Conciudadanos: Una doble emoción me domina, en este momento de dialogar de nuevo, de viva voz, con el pueblo venezolano. (Grandes aplausos). Emoción de quien soñó con esta hora, y la esperó sin impaciencia, seguro de que habría de sonar. La hora de comparecer ante el tribunal de la opinión venezolana, a rendirle cuenta de la labor cumplida por nuestro sector político, de 1937 a esta fecha. (Grandes aplausos). Dijimos y prometimos, en aquellos turbulentos días de 1936, de nuestra resolución de mantener reivindicaciones populares y nacionales, fueren cuales fuesen las circunstancias en que se nos colocara. Y aquí estamos de regreso de un duro recorrido, sin engreída jactancia, pero con la orgullosa satisfacción de haber sabido ser dignos de la fe depositada y consecuentes con el compromiso contraído. (Grandes aplausos). La bandera que se nos entregó, en aquellas tumultuosas jornadas multitudinarias del despertar nacional, ha seguido flameando, sin que nada, ni nadie, la haya mancillado. Extendemos al aire sus alegres colores, en esta tarde inolvidable, enarbolándola con manos más seguras, por la experiencia acumulada y la madurez adquirida. (Aplausos). Nos reincorporamos a la actuación pública sin rencores personales contra nadie, menos impulsivos que ayer, compenetrados mejor de la realidad venezolana, más saturados del sentido de nuestra responsabilidad social. Empero, animados de la misma pasión de justicia, de la misma fe en Venezuela, de la misma vocación democrática, de la misma convicción profunda de que el pueblo será el principal artífice de una patria lograda, que dio sentido a nuestra labor política en el ya histórico 1936. (Aplausos). Hemos rectificado, y de una vez para siempre, los errores de ayer, pero seguimos siendo fieles a nuestras convicciones democráticas y venezolanistas de siempre. (Grandes aplausos). Hablé de una doble emoción. La otra proviene de saberme participando en un acto que dejará huella profunda en la vida nacional. De un acto que recogerá en sus páginas la historia contemporánea de Venezuela, ésa que estamos escribiendo, con nuestras miserias y grandezas, los hombres y las mujeres de esta tierra. (Aplausos). Imagino la escena, que sucederá dentro de cincuenta años, en una población agraria de los Andes, forjada al arrimo de una potente planta hidroeléctrica, en una población donde en vez de los garajes para autos de lujo que se multiplican en Caracas, habrá garajes para tractores; o bien, en una ciudad industrial de la Gran Sabana, construida en la vecindad de las chimeneas de los altos hornos, donde obreros venezolanos estén transformando en materia prima para las fábricas venezolanas de máquinas esos mil millones de toneladas de hierro que en sus entrañas guarda, hoy inexplotadas, la Sierra del Imataca. (Clamorosa ovación). Imagino la escena que se desarrollará en una u otra de esas ciudades venezolanas del futuro. La escena de un niño venezolano —de mi nieto, o del nieto de cualesquiera de los asistentes a este mitin, en todo caso del nieto de un venezolano de hoy— que gangoneará, con esa voz vacilante de todos los niños cuando aprenden su lección, un párrafo del manual de historia de Venezuela, que diga así: —El 13 de septiembre de 1941 es una fecha gloriosa en los anales de Venezuela, porque en ese día comenzó a actuar públicamente el Partido Acción Democrática. (Clamorosa ovación). Porque en ese día comenzó a actuar públicamente el Partido que inició la segunda independencia nacional, y contribuyó, decisivamente, al avance, prosperidad y dignificación de la República... (Prolongados aplausos. Continúan los aplausos). Y no estoy haciendo una frase retórica. No he apelado a una argucia de orador, para arrancar esos aplausos que acaban de estallar. Eso hubiera sido irresponsabilidad, y entre mis muchos defectos, tengo una cualidad: la de ser hombre responsable y sin concesiones a la demagogia. Digo lo que siento y me brota de lo profundo de la conciencia. La convicción de que este Partido ha nacido para hacer historia. Nace armado de un Programa que interpreta las necesidades del pueblo, de la nación. (Aplausos); de un programa realista, venezolano, extraído del análisis desvelado de nuestros problemas, porque nosotros podremos ser partidarios de que se importe creolina —como acaba de decir Ricardo Montilla—, pero programas, no. (Aplausos. Continúan los aplausos). Nace Acción Democrática asistido por la fe y la emoción multitudinarias del pueblo, y lo comanda un equipo de hombres conocidos de toda Venezuela, de bien ganada solvencia política y moral, al frente del cual, como su gonfalonero y conductor máximo, marcha Rómulo Gallegos. (Aplausos). Marcha Rómulo Gallegos, maestro de juventudes, profesor de civismo, el candidato simbólico, o lírico, o como quiera llamársele, para la Presidencia de la República en 1941. (Clamorosa ovación. Vivas a Rómulo Gallegos). El mismo Rómulo Gallegos a quien en 1946, en las elecciones de 1946, los votos y la decisión del pueblo venezolano elevaran a la Primera Magistratura de la Nación (Clamorosa ovación). En la distribución de temas a desarrollar en esta asamblea, hecha por el Directorio de nuestro Partido, me correspondió el capítulo de nuestro programa sobre economía nacional. Tema tan vasto y complejo tendré que esquematizarlo, por cuanto supongo al auditorio lógicamente fatigado. (Voces: No, no. Una voz: «Aquí estaremos hasta amanecer»). Acción Democrática reconoce y proclama que el más angustioso problema nacional es el de la bancarrota de nuestra economía. Somos una nación paradójicamente rica y empobrecida, una nación con un Estado que maneja millones y una industria minera que cierra sus balances anuales con cifras astronómicas. Y sin embargo, la mayoría de la población venezolana está pauperizada y vive bajo el signo de la inseguridad y de la angustia económica. (Aplausos). Nuestro país, en 1941, es la negación de aquella Venezuela de hace mas de cincuenta años, de la cual pudo decir Cecilio Acosta que en ella las bestias pisaban oro y era pan cuanto se tocaba con las manos. (Aplausos). ¿A qué se debe esta situación de miseria generalizada, en un país sin deuda gubernamental externa y con un Estado que ostenta el costoso privilegio de un presupuesto anual de gastos señalado entre los más altos de América? ¿Cuál es la causa de que un país como Venezuela, el que exporta más petróleo en el mundo y figura en el tercer puesto en la escala mundial de producción de esa pingüe riqueza minera, presente un cuadro tal de colectiva pobreza? La razón es ésta: nuestro país, económica y físicamente, está girando alrededor de una sola fuente de riqueza: el petróleo; y los gobiernos venezolanos no han sabido, hasta ahora, imprimirle un ritmo agresivo, dinámico, a las otras fuentes de producción. (Grandes aplausos). En la medida en que ha ido ascendiendo la explotación de oro negro, explotación que controla el capital extranjero, se ha acentuado progresivamente la decadencia de nuestra producción agrícola y pecuaria. Voy a dar algunas cifras, aun cuando sean breves, por cuanto ellas definen mejor que las palabras, como es de alarmante nuestra depresión económica. Las exportaciones venezolanas se mantuvieron, en la década 1920-1930 a un promedio de 130 millones de bolívares, excluyendo petróleo y oro. Y en 1940, año en que terminó el quinquenio del Gobierno anterior, la exportación de Venezuela, excluyendo también petróleo y oro, fue de apenas 31 millones de bolívares ¡cien millones de bolívares menos que hace veinte años! Y conste que durante ese quinquenio de gobierno se gastaron, oficialmente, cerca de dos mil millones de bolívares, pero no se aplicaron en la debida forma a incrementar la producción agrícola, pecuaria e industrial del país. (Grandes aplausos). Claro está que esta decadencia de la producción natural de Venezuela deriva del empirismo y despreocupación ante los problemas vitales del país vigentes durante las casi tres décadas de tiranía. Empero, los cinco años del régimen anterior, desde el punto de vista del incremento de la productividad de riqueza netamente venezolana, rectificaron muy superficialmente la obra destructora cumplida por gobernantes divorciados del interés de la nación. Coincidiendo con esta bancarrota de nuestra producción, crece de año en año el porcentaje de dólares provenientes de compañías petroleras y auríferas que entran, como factor decisivo, en la circulación de dinero dentro del país. En 1937, los dólares provenientes de esas compañías cubrieron el 67 por ciento de las necesidades de dinero de la nación. En 1940, el 90 por ciento del circulante fue suministrado por esas mismas empresas. Lo que significa que por cada 100 bolívares que circularon, 90 fueron aportados por compañías mineras extranjeras, en concepto de impuestos, de sueldos y de salarios por ellas pagados. Y eso entraña un doble peligro para nuestro país, que los avizora Acción Democrática, vanguardia alerta de la nacionalidad. El doble peligro de que Venezuela cifre su destino en una sola carta: la de la industria minera, una industria que por naturaleza es perecedera, y la cual se agota cuando en el subsuelo desaparece la veta aurífera, o el yacimiento de donde el petróleo mana. Y, además, la influencia preponderante que en la vida económica y fiscal del país ejercen las empresas, explotadoras de esas fuentes de riqueza minera, determina la tuición de aquéllas, en una forma indirecta, pero no por eso menos efectiva, sobre el rumbo político y social de la nación, porque manda en la casa quien tiene la llave de la alacena. (Aplausos). Esta bancarrota de la producción agrícola y pecuaria del país, unida a su atraso industrial, es causa principal de ese problema que agobia a la mayoría de la población: el del alto costo de la vida. Ya mi compañero Montilla habló sobre el particular, pero quiero recalcar lo recientemente dicho por los representantes de entidades científicas e industriales extranjeras quienes recorrieron el país contratados para investigar su situación económica. Me refiero a la Comisión Fox, contratada por el Ministerio de Hacienda, y a la de los Ingenieros Ford, Bacon y Davis, contratados por la Standard Oil. Ambas Comisiones afirmaron, categóricamente, que el alto costo de la vida determina una subalimentación del pueblo, y una consecuencial falta de energía creadora en la mano de obra criolla. Calle, pues, la grita reaccionaria, que achaca a flojera, o «sinvergüenzura», del trabajador nacional el escaso rendimiento de su esfuerzo productor. (Aplausos). Esta situación —pintada con brochazos realistas, y hasta tétricos, porque nuestro Partido no viene a ponerse anteojos de suela, sino a ver la realidad nacional con ojos claros y limpios— se ha agudizado con motivo de la guerra europea. El Fisco, que en 1939 obtuvo los mayores ingresos de la historia fiscal de la República, los ha visto declinar progresivamente, en el curso de 1940 y en lo que va corrido del 41. Carece de mercados seguros nuestra exportación, con todo y ser tan precaria. Dejaron de traficar barcos mercantes de numerosas banderas por los puertos de la República y cada día son más altos los costos de los fletes. La industria nacional tiene dificultades para adquirir materia prima y maquinaria extranjeras; y el comercio trabaja preocupado por la inseguridad de los negocios y por los obstáculos que confronta para adquirir mercancía de importación. Ha aumentado el precio de cuanto compramos en el extranjero, casi todo lo consumido en el país; y Estados Unidos, que en 1939 nos vendió 230 millones de bolívares —el 75 por ciento de nuestras compras en el exterior— ha restringido sus exportaciones para cumplir compromisos de guerra contraídos con Inglaterra y Rusia. Esta situación repercute sobre la mesa consumidora del país en forma de reajuste de los sueldos y salarios de los empleados del Estado y particulares; y nuestro pueblo sufre, de un extremo a otro de la República, las consecuencias de una verdadera epidemia de desocupación, o está obligado a resolver el insoluble problema de trabajar y ganar sólo durante dos o tres días de cada semana, cuando los gastos familiares deben cubrirlos siempre por semanas completas de siete días. (Grandes aplausos). Ante este panorama desolado, muchos, por egoísmo o cobardía, alzan los hombros, y se limitan a decir: «Este país está perdido». Nosotros, los hombres de Acción Democrática, comprendemos los peligros que entraña esa frase. Los «países perdidos» se los encuentra y se los coge el primer aventurero audaz que se atreva a ponerles la mano, especialmente en esta época en que ciertos «bandoleros internacionales» —estigmatizados por el Presidente Roosevelt en su discurso de anteanoche— están aspirando a pisar en amos sobre la superficie del globo. (Grandes aplausos). Nosotros, los hombres de Acción Democrática, partido afirmativo y con fe en las reservas de la nacionalidad, decimos que Venezuela no está perdida. Puede salvarse, debe salvarse y se salvará. (Una voz: «Nosotros la salvaremos»). Su situación difícil será corregida, si en los hombres y en las mujeres de este país —los que están en el gobierno y los que estamos en la oposición— se afirma el sentido de la responsabilidad hacia la tierra donde nacimos, y nos empeñamos todos en hacerla tramontar la crisis económica y fiscal que la agobia, y la ayudamos a salir de ella fortalecida. (Aplausos). Acción Democrática dice, en su programa, que un país de las riquezas y posibilidades económicas del nuestro no tiene por qué estar agobiado de necesidades insatisfechas. Y que sólo se requiere la concertación de un plan científico, audaz y bien elaborado de impulso a la producción nacional para alcanzar una era de prosperidad. Nuestro partido considera que, en este propósito, el Estado venezolano tiene una tarea central por realizar. Debido a las peculiaridades de nuestra estructura económica, el Estado venezolano cuenta con disponibilidades de dinero y con recursos de todo orden que le señalan como el pionero, como el «baquiano», en esta tentadora empresa de la reconstrucción nacional. Dispone el Gobierno venezolano de un presupuesto fantástico, de 300 millones de bolívares, que anualmente consume una tercera parte de la renta nacional. Y este presupuesto, invertido en una forma racional y honrada, serviría para impulsar la economía pecuaria, agrícola e industrial del país; y como acicate y estimulo para la actividad del capital privado. Pero para ello es necesario, previamente, que se moralicen e higienicen las prácticas administrativas del país. (Aplausos). Para ello es necesario que dejen de figurar en el presupuesto los sueldos de escándalo, y se supriman las obvenciones inconfesables, y que el Capítulo VII pase a la categoría de pesadilla, de un mal recuerdo en la memoria de este pueblo. (Grandes aplausos). Es necesario que se aplique el termocauterio de la sanción sobre esa verdadera lepra de la administración publica, que es el peculado. (Aplausos). Y por último, que se cumpla efectivamente la hermosa promesa —escuchada por este pueblo con profunda emoción— hecha en memorable oportunidad por el actual Jefe del Estado, de ser inflexible con quienes despilfarren dineros públicos, o se apropien de ellos indebidamente. (Estruendosos aplausos). Saneado el aparato administrativo, podría imprimírsele ritmo acelerado a la producción nacional. Dinero no faltaría. Ahí está la posible y necesaria reforma tributaria realizada en forma tal que se disminuyan los impuestos descargados actualmente sobre las espaldas dolientes del consumidor, y que se trasladen parcialmente al menos sobre las espaldas bien fuertes de los poseyentes de riqueza (aplausos), especialmente de quienes mantienen congeladas en los bancos, en forma de depósitos que no cumplen con la función social del dinero, buena parte de las reservas monetarias de la República. (Muchos aplausos). Es indudable que si la Administración Publica da ejemplo de austeridad en el manejo de los fondos fiscales, y devuelve a la colectividad los nuevos impuestos que cobra en forma de servicios de utilidad colectiva, muchos de los ciudadanos no opondrían resistencia para satisfacerlos. Y queda otro impuesto posible, el mismo al cual se refirió nuestro Presidente Gallegos, en su memorable discurso de Maracaibo. Me refiero a la aplicación a las compañías mineras del articulo 11 de la Ley de Arancel de Aduanas, en 1936, por el recordado Alberto Adriani. (Aplausos). Ese articulo faculta al Estado venezolano para cobrar, en casos de emergencia como éste confrontado actualmente por el país, un tributo de hasta el 10 por ciento sobre el valor comercial de las exportaciones de minerales. Cobrado ese impuesto, ingresarían al fisco nacional no menos de 80 millones de bolívares anuales. (Aplausos). Ya nutrido de dinero el fisco, debería darse al esfuerzo de estimular la producción, especialmente la de la tierra. Empero, para hacer producir la tierra se necesita de la tierra. Esta es una verdad de Perogrullo tan grande, tan evidente, como aquélla de que para hacer tortilla hay que quebrar los huevos. (Risas). Y tierra está necesitando y esperando este pueblo. Según los censos de la Dirección Nacional de Estadística, en toda la República hay apenas 70 mil propietarios de tierra. De esos 70 mil propietarios, la mitad se encuentra en los Estados de la cordillera, dándose el caso de que en el Estado Táchira, una de las escasas entidades federales del país donde existe difundida la propiedad parcelaria, haya menor número de propietarios que en los Estados del Centro y Oriente, de la República, tomados en conjunto. Es interesante precisar que nuestro Partido no considera necesario para realizar un ensayo de parcelación agrícola, confiscarle tierra a nadie. Nuestro programa señala la forma como puede y debe el Estado proveer de parcelas —y con ellas, del crédito barato y del implemento agrícola— al hombre de nuestros campos. Ahí están las tierras confiscadas a la sucesión Gómez, casi todas regentadas malamente por administradores que se parecen un poco a los «coroneles» de ayer. (Risas). Ahí están las tierras ejidales y baldías, usurpadas por personajes influyentes de otras épocas, esperando la remensura que las rescate para la nación y permita ser mejor utilizadas. Ahí están innumerables haciendas abandonadas por sus dueños, quienes viven en las ciudades, convertidas en barbecho infecundo y aptas para ser transformadas en surco promisor de riqueza, cuando el Estado las adquiera a su justo precio, y las ponga entre las manos callosas de los agricultores que suenan con una parcela laborable... (Grandes aplausos). Y estimular y apoyar, resueltamente, a la industria nacional. Consumir lo que producimos y empeñarnos en producir cada vez más. Que tengamos orgullo en andar vestidos con la tela que fabricó la mano de obra nacional en la empresa textil de capital nacional; de curarnos con la medicina que elaboró en los laboratorios nacionales, el técnico nacional; de construir nuestras casas con las maderas que aserraron, en las montañas venezolanas, los peones de Venezuela. (Aplausos). Y realizada y coordinada e impulsada esta voluntariosa empresa de la reconstrucción económica del país, por un Consejo de Economía Nacional, previsto en la Constitución de 1936 y aún no realizado. Un Consejo de Economía Nacional que entre sus primeras tareas tendría la de convocar un congreso económico, en el cual estuvieran representadas todas las fuerzas dinámicas del país. Todas las fuerzas que intervienen en los procesos de producción y circulación de la riqueza, desde el industrial, el agricultor y el comerciante hasta el trabajador manual e intelectual. Y que surgiera de este Congreso económico un plan audaz y armónico de producción nacional, que permitiera al obrero y al empleado obtener trabajo bien remunerado, y abriera para el comercio, la industria, la agricultura y la cría nacionales perspectivas insospechadas de desarrollo y prosperidad. (Aplausos). También debería abordar de inmediato ese Consejo de Economía Nacional uno de los problemas más serios que tenemos en estos momentos: el problema de nuestras relaciones comerciales con Estados Unidos. Al albañil que se quedó sin trabajo, por haberse agotado en el país algunos de los materiales de construcción indispensables, al habitante de Valencia, a quien se le dice cómo se han paralizado las obras del acueducto porque no hay tubos; a mucha gente en Venezuela, que no sabe por cuál causa hay crisis de quinina en un país de tal porcentaje de enfermos de paludismo, debe explicársele cómo todo eso proviene de la imprevisión del Gobierno anterior, al no almacenar cuando estalló la guerra, reservas apreciables de tales productos, y a una situación especial existente en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, en el terreno comercial. Antes de abordar esta cuestión, es necesario precisar que Acción Democrática está plenamente de acuerdo con la vigorosa y valerosa política antifascista del Presidente Roosevelt. Somos partidarios de la coordinación eficaz de la defensa continental, frente a posibles agresiones de potencias extraamericanas. Cree nuestro Partido que a «la culebra de cascabel debe golpearse por la cabeza antes de que nos agreda», y también que son traidores a América quienes están preparando la luz verde del pase libre —como gráficamente dijera en su mas reciente discurso el Presidente de los Estados Unidos— a los dictadores ensoberbecidos, quienes después de aplastar a las tres cuartas partes de Europa aspiran a esclavizar al mundo. (Muchos aplausos). Empero, esta solidaridad con la política antifascista de los Estados Unidos, no significa que debemos silenciar nuestras aspiraciones y reclamos nacionales. Ya en este plano, cabe decir que la política de «buena vecindad», cuyos aspectos políticos positivos reconocemos, se ha traducido para Venezuela en muy precarios beneficios económicos. Mientras el Brasil ha recibido, del Banco de Exportaciones e Importaciones Estadounidense, 25 millones de dólares en maquinaria y materias primas para incrementar su industria pesada, a Venezuela apenas se le ha acreditado 200 mil dólares para la Ganadera Industrial Venezolana, 3 millones de dólares para el Banco Agrícola y Pecuario y 400 mil dólares para una famosa Sociedad Anónima Hotelera Nacional, que está construyendo en el barrio San Bernardino, de Caracas, un hotel para turistas. (Aplausos). De nuestra exportación de café, que es de un millón de sacos anuales, Estados Unidos nos compra apenas 400 mil sacos, y los otros se quedan sin mercado estable, no obstante que somos uno de los principales clientes compradores de la manufactura yanqui. Y últimamente se ha dictado en Estados Unidos una «ley de prioridad», cuyas cláusulas drásticas implican que difícilmente podrán salir antes del próximo diciembre una serie de materias primas norteamericanas con destino a nuestros países latinoamericanos. Los efectos de esta ley ya se han hecho sentir en nuestro país. En sólo Caracas, por dificultades para la adquisición de materiales, hay alrededor de 600 construcciones paralizadas, y ello repercute desfavorablemente sobre los trabajadores, sobre el comercio y sobre el país. El Gobierno Nacional adelanta gestiones en Washington para lograr que al M.O.P. y al comercio nacional se les provea de las materias primas y mercancías necesitadas perentoriamente por el país. Y nuestro Partido respalda plenamente esa gestión, porque la política de mano tendida no puede ni debe ser una política de sumisión. (Aplausos). Al propio tiempo el Consejo de Economía Nacional tendría la misión de tender puentes de acercamiento, en el terreno del intercambio comercial, hacia los demás países latinoamericanos. Si somos bolivarianos, recojamos de la herencia de Bolívar una de sus ideas centrales: la de la unidad de nuestra América. Recordemos su máxima: «Sólo la unión de los pueblos latinos de América los hará fuertes y respetables ante las demás naciones». Y trabajemos, con auténtico fervor bolivariano —no ese fervor bolivariano de prestado que todos conocemos y repudiamos (aplausos)— porque llegue a realizarse una federación de Estados latinoamericanos. Trabajemos, con encendida fe, porque llegue el día en que podamos entendernos con nuestros vecinos del Norte de quien a quien, de soberanía a soberanía, porque ya no existan frente a los Estados Unidos del Norte los Estados Desunidos del Sur, de que hablara Sarmiento. Concluyo ya, pidiendo excusas por haberme dejado arrastrar por el impulso oratorio. Y lo hago lanzando el mismo llamamiento que, como sostenido ritornello, se ha escuchado de todos los oradores, en esta tarde inolvidable. Un llamamiento a todos los hombres y mujeres demócratas de Venezuela, de todas las clases sociales, a que vengan a buscar un puesto de acción, de responsabilidad y de trabajo bajo las limpias, acogedoras banderas de nuestro Partido. (Grandes aplausos). Acción Democrática se dirige a los hombres y mujeres de los cuatro costados del país, porque uno de sus propósitos fundamentales es el de contribuir a que termine para siempre eso de andinos, orientales y centrales, doctrina del desmigajamiento nacional forjada por politiquillos de aldea, por miopes caciques de caserío. Acción Democrática aspira a ser —y será— el cemento que amalgame a todos los venezolanos que amen su nacionalidad. El cemento que amalgame —para hacerla cada vez más fuerte y viril— el alma inmortal de la nación. (Prolongada ovación ahoga las últimas palabras del orador).

Leer Noticia Completa...

jueves, 1 de marzo de 2007

Andres Eloy Blanco

 

1897. Nace en Cumaná el 6 de agosto. Sus padres fueron el médico Luis Felipe Blanco y Dolores Meaño de Blanco; sus hermanos: Luis Felipe, Rosario, Lola, Totoña, María Luisa y Carmen Margarita. 1911. El 27 de Agosto publica sus primeros poemas en El Universal de Caracas: "El solitario de Santa Ana" y "Walkyria", con una presentación del poeta Andrés Mata. 1914. Va a prisión por participar en las manifestaciones estudiantiles contra el Ministro Felipe Guevara Rojas y su medida de cierre de la Universidad Central. 1916. Dirige la Resvista Universitaria de los estudiantes de Derecho, junto a Salvador de la Plaza, Pedro Zuloaga y Pedro Brito. 1918. Obtiene el Primer Premio en los Juegos Florales de Venezuela con su poema "Canto a la espiga y el arado". Va de nuevo a la cárcel de la Rotunda por participar en manifestaciones estudiantiles. Publica "El huerto de la epopeya" (Alegoría dramática en verso). 1919. Recibe el título de Abogado en la Universidad Central de Venezuela. 1921. Febrero. Gana de nuevo premio en el Concurso Literario en el Zulia. Ejerce su profesión de Abogado en Apure, y es contratado para defender a Doña Francisca Vásquez de Carrillo (La Doña Bárbara de Rómulo Gallegos). Publica: "Tierras que me oyeron". (Caracas) 1922. Publica "Los claveles de la puerta (Madrid) (esto no esta confirmado) 1923. Obtiene el Primer Premio en los Juegos Florales de Santander, certamen hispanoamericano patrocinado por la Academia de la Lengua Española, con su poema "Canto a España". 1924. Mayo. Es electo miembro correspondiente de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. En septiembre del mismo año, Llega a la Habana de paso hacia Venezuela, Allá es homenajeado por la Juventud Literaria de Cuba, y el Casino Español organiza una velada en su honor. Se reúne con los exiliados antigomecístas y con los intelectuales cubanos. El día 10 regresa a Venezuela. Publicando "El amor no fue a los toros" 1925. Agosto. Viaja a la Habana, allí escribe su "Carta a Udón Pérez". Y luego en Octubre viaja a Maracaibo. 1926. En Junio, visita Ciudad Bolívar, allí es recibido en forma clamorosa. 1927. Muere su padre Dr. Luis Felipe Blanco el 2 de Febrero. 1928. Comienza a editar él solo, el periódico clandestino mecanografiado "El Imparcial". Para octubre 10, va de nuevo a la Rotunda de Caracas y al Castillo de Puerto Cabello por sus actividades políticas, Allí en prisión escribe: "Baedeker 2000","Barco de Piedra", "Malvina recobrada" y gran parte de "La Juanbimbada". 1932. Es confinado en Valera (Trujillo) y Timotes (Mérida). En Valera colabora con los editoriales del semanario "La voz de Valera". 1933. Después de un año de confinamiento en Timotes y Valera, regresa a Caracas en precarias condiciones de salud. 1934. Publica "Poda" (Saldo de poemas, 1923-1928. Caracas. 1935. Publica "La aeroplana clueca" Episodios, Cuentos. 1936. Confundador del partido político ORVE. Colabora en el periódico que lleva igual título. Colabora junto a Rómulo Betancourt, Miguel Acosta Saines y Leonardo Ruiz Pineda en sacar semanalmente el periódico "La Voz del Estudiante". Es designado Inspector de Consulados del Ministerio de Relaciones Exteriores. Viaja en cumplimiento de sus funciones por Trinidad, Cuba, Nueva York y Canadá. Publica: "Carta a Juan Bimba" (Ensayo sociológico político)Caracas. 1937. Marzo. Renuncia al cargo de Inspector de Consulados. Es electo Concejal del Distrito Federal por la Parroquia San Juan. Llega a ejercer la Presidencia del Concejo, Publica "Abigaíl" 1938. Abril de este año, Es electo Presidente del Concejo Municipal del Distrito Federal. Además en agosto asiste al Primer Congreso del Consejo Municipal del Distrito Federal. 1939. Es electo Diputado al Congreso Nacional. 1940. Es jaureado el premio "Vargas" 1941. Confundador de Acción Democrática. Es electo Vicepresidente en ese mismo partido. Confundador humorístico "El Morrocoy Azul; en él colabora hasta 1944. Publica "Navegación de Altura" Caracas, Poemas. 1942. Es reelecto Diputado al Congreso, realiza cortos viajes a Maracaibo y San Cristóbal. Obtiene el Premio del II Concurso Literario Latinoamericano de 1942. 1943. Inicia su columna "Reloj de Arena", en el diario El Nacional. Contrae matrimonio con Lilina Iturbe. En julio viaja por los países bolivarianos acompañado del Presidente Isaías Medina Angarita. Para noviembre de mismo año, viaja a Estados Unidos invitado por el Gobierno de ese país, Publica "Sus mejores Poemas" 1944. Inicia sus columnas "Puerta sin llave", en el diario El Universal y "Campanadas" en el Diario El País 1946. Viaja a México y al Sur de Estados Unidos. En México pronuncia el discurso en el acto del descubrimiento de la Estatua del Libertador, Pronuncia el discurso de orden en el acto de traslación al Panteón Nacional de los restos del porta Juan Antonio Pérez Bonalde. En diciembre es nombrado Presidente de la asamblea Nacional Constituyente. 1947. Viaja a Táchira para asistir a los Actos del Cuatricentenario del descubrimiento del Táchira, Viaja a Curazao para asistir a la inauguración de la Estatua del Libertador el 24 de Julio, en cuyo acto fue orador. Publica "Vargas, el albacea de la angustia" 1948. Es electo Senador. En febrero del mismo año es nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, donde viaja con el Presidente Rómulo Gallegos en su visita oficial a los Estados Unidos. 1949. Agosto. Después de vivir en la Habana durante algunos meses llega a México. En octubre 9 viaja a Caracas para acompañar a su madre que se halla gravemente enferma. El 11 de octubre muere la señora Dolores Meaño de Blanco. 1950. Octubre viaja a La Habana, Publica su poema elegíaco: "A un año de tu luz" El 21 de mayo de 1955 muere Nuestro Gran Poeta Andrés Eloy Blanco, víctima de un accidente automovilístico en México. El 6 de Junio sus restos llegan a Caracas, y es sepultado al día siguiente en medio de estrictas medidas de seguridad por parte de las fuerzas policiales del dictador Marcos Pérez Jiménez, Pocos días antes de su muerte publicó su obra "Giraluna" José Rivas Rivas

Leer Noticia Completa...

Alberto Carnevali

 

Nace en Mucurubá (Edo. Mérida) el 28.9.1914 Muere en San Juan de Los Morros (Edo. Guárico) el 20.5.1953 Abogado e importante dirigente de Acción Democrática. Su nombre completo era Luis Alberto Carnevali Rangel. Fueron sus padres Tomás Carnevali y Rita Rangel. Su ingreso a la política se produjo cuando cursa estudios de derecho en la Universidad de Los Andes, tiempo en el que militó en las filas del Partido Democrático Nacional (PDN) y dirigió en Mérida, el periódico Democracia (1938), órgano de divulgación de dicha organización en la clandestinidad. Posteriormente, se traslada al Zulia, donde estudia ciencias políticas y colabora en el diario Panorama, redactando los cables de noticias internacionales. En 1944, obtiene el grado de doctor en ciencias políticas en la Universidad de Los Andes, con una tesis sobre El cultivo del trigo en los Andes merideños. Luego de esto, se convierte en un emergente dirigente del partido Acción Democrática en el estado Zulia. Luego que Acción Democrática llegara al poder como consecuencia del golpe de estado, que derrocara el 18 de octubre de 1945 al presidente Isaías Medina Angarita, fue nombrado por esta organización como gobernador del estado Mérida. Al poco tiempo de esta designación, escaló la importante posición de secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de AD. Diputado por el estado Zulia a la Asamblea Constituyente (1947) y al Congreso Nacional, en 1948, dirige la mayoría parlamentaria de Acción Democrática y preside la Comisión de Fomento. A raíz del derrocamiento de Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948, es exiliado en los Estados Unidos y luego en México, en 1949. En esta última ciudad, recibió el encargo de prologar el libro titulado Bayonetas sobre Venezuela que allí escribe su compañero de partido, Valmore Rodríguez (México, 1950); en esta introducción Carnevali expone un lúcido alegato del período de transformación social iniciado en Venezuela a partir del 18 de octubre de 1945. A fines de 1950, regresa a Venezuela a dirigir junto a Leonardo Ruiz Pineda, la lucha clandestina de AD contra el gobierno de la Junta Militar. El 8 de mayo de 1951 fue capturado y enviado a la cárcel modelo de Caracas, sin embargo, logra fugarse al ser trasladado al Puerto de Socorro de las esquina de Salas, el 26 de julio de 1951. Tras el asesinato de Leonardo Ruiz Pineda el 21 de octubre de 1952, se encarga de la secretaría general de AD, pero es hecho prisionero de nuevo en Caracas el 18 de enero de 1953, y enviado a la penitenciaría de San Juan de Los Morros donde muere de cáncer, después de haber sido operado sin éxito el 6 de abril de 1953. En 1986 se inauguró en su honor en la ciudad de Mérida, la Universidad Popular Alberto Carnevali.

Leer Noticia Completa...

Carlos Andres Perez

 

"Político, parlamentario y Presidente de la República en dos períodos: 1974- 1979 y 1989-1994. Nació en Rubio (Edo. Táchira) el 27 de octubre de 1922. Hijo del matrimonio de Antonio Pérez L. y de Julia Rodríguez, del cual ya habían nacido diez hijos. Realizó estudios primarios en el Colegio María Inmaculada de su pueblo natal, los cuales continuaría en Caracas, donde se mudó con su familia en 1935. En la capital se graduó de bachiller en el Liceo Andrés Bello y se inició en la militancia política al ingresar en 1938 al Partido Democrático Nacional, (PDN), organización que dio origen a Acción Democrática a partir de 1941. Participó activamente corno dirigente fundador de la Asociación Juvenil Venezolana (AJV), movimiento orientado por Acción Democrática. Inició estudios de Derecho en la UVC los cuales interrumpió en 1945, pues se integró a las labores de la Junta Revolucionaria de Gobierno como secretario privado del Presidente Rómulo Betancourt. Ejerció además la secretaría del Consejo de Ministros. Fue elegido Diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Táchira (1946) y al Congreso Nacional en 1948. Por esa época contrajo matrimonio con su prima Blanca Rodríguez, de cuya unión nacerían sus hijos Sonia, Thaís, Martha, Carlos Manuel, María de los Ángeles y María Carolina. Derrocado el gobierno de Rómulo Gallegos, fue detenido y permaneció preso durante un año en la Cárcel Modelo de Caracas, al cabo del cual fue expulsado del país, vía Curazao. De allí se trasladó a Bogotá, donde vivió algunos años y continuó sus estudios de derecho en la Universidad Libre de esa ciudad, los cuales prosiguió después en Costa Rica, sin llegar a graduarse de abogado. Retornó clandestinamente a Venezuela a reforzar la resistencia contra el régimen pérezjimenista. Arrestado nuevamente, fue trasladado a la cárcel de Puerto Ayacucho (1951-1952); expulsado del país por segunda vez, se trasladó a La Habana para unirse a Rómulo Betancourt. De Cuba debió viajar a Costa Rica, donde trabajó en la redacción de periódicos y boletines informativos para los exiliados venezolanos. Con el advenimiento del período democrático en 1958, regresó al país y se dedicó a la reorganización del partido AD en el Estado Táchira. En las elecciones de ese año obtuvo un escaño de diputado al Congreso Nacional; en 1960 fue nombrado primer Director General del Ministerio de Relaciones Interiores. En 1962 el gobierno de Betancourt le designó Ministro de Relaciones Interiores, época de guerrillas y conmoción política en el país. Electo nuevamente diputado, desempeñó entre 1964 y 1968 la jefatura de la fracción parlamentaria de AD. A partir de 1968 se incorporó al Comité Ejecutivo Nacional de su partido como Secretario Nacional, electo en la XVII Convención Nacional. En el período 1969-1974 fue elegido, una vez más, para, representar a su estado natal en la Cámara de Diputados. Postulado a las elecciones de 1973, llegó a la presidencia del país por primera vez, enarbolando la consigna de democracia con energía. Durante su primer mandato creó el programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho, que permitió a muchos venezolanos estudiar y perfeccionarse en universidades del exterior, así como también nacionalizó la industria del hierro en 1975 y la industria petrolera a partir de 1976. En las elecciones del 4 de diciembre de 1988 fue elegido para una segunda presidencia (1989-1994) con el 52,91% de los votos escrutados. El acto de toma de posesión fue verdaderamente fastuoso, con la asistencia de notables invitados del exterior y un ambiente de euforia, que no permitía presagiar el tormentoso clima político y social en que se convirtió su período de gobierno. La precaria situación fiscal del país se buscó resolverla mediante un programa de ajuste macroeconómico que presentó al país el 16 de febrero de 1989. Este programa, auspiciado por el Fondo Monetario Internacional, fue calificado popularmente de paquete económico. Entre las primeras medidas estuvo el aumento del precio de la gasolina y el consiguiente aumento del transporte colectivo, lo cual generó descontento general y protestas populares que desencadenaron disturbios masivos los días 27 y 28 de febrero de 1989 en Guarenas, Caracas, La Guaira, Valencia y otras ciudades del interior, con una cifra indeterminada de muertos y daños materiales que ameritó la intervención del ejército. A partir de estos sucesos, conocidos como el "Caracazo", y la represión posterior, la popularidad de Pérez se vio grandemente afectada desde su primer año de gobierno. Las frecuentes manifestaciones gremiales y sindicales, así como las críticas de diversos sectores de la sociedad venezolana hechas al programa económico, fueron minando la base política del gobierno. La situación se hacía cada vez más tensa hasta la madrugada del 4 de febrero de 1992, cuando un regimiento de paracaidistas, acantonado en la ciudad de Maracay, intentó dar un golpe de Estado, justificándose sus líderes en el deterioro social que presentaba el país y la creciente corrupción administrativa. El gobierno de Pérez prometió algunos cambios que no se hicieron y la situación política continuó deteriorándose, hasta que nuevamente el 27 de noviembre del mismo año un nuevo intento de golpe de Estado con mayor participación de sectores de la marina y la aviación trató de poner fin a su gobierno. A pesar de ser derrotados los alzamientos militares, la presión política y popular contra Pérez no disminuyó, hasta el punto de llegar a pedir su renuncia o destitución. La Fiscalía de la República lo acusó el 20 de marzo de 1993 de malversación de 250 millones de bolívares de la partida secreta que estaba bajo su responsabilidad, por lo cual la Corte Suprema de justicia declaró con lugar un antejuicio de mérito. Por tal motivo el 20 de mayo del mismo año, el Congreso Nacional, amparado en la Constitución, lo destituyó para que continuara el juicio. Fue recluido en el Retén Judicial de El Junquito y luego en su casa de habitación, en razón de su edad. La Corte lo condeno el 30 de mayo de 1996 a dos años y cuatro meses de prisión domiciliaria por malversación agravada de fondos públicos. En marzo de 1997, ya expulsado de su partido Acción Democrática y perdida su condición de Senador Vitalicio, fundó el movimiento político Apertura."

Leer Noticia Completa...

Juan Pablo Perez Alfonzo

 

Abogado, político y miembro fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Hijo de Juan Pablo Pérez Betancourt y de Carmen Alfonzo de la Torre. Cursó sus primeros estudios en el colegio de los padres franceses de Caracas. Posteriormente, continuó estudios secundarios en el liceo San José, de Los Teques, donde obtuvo el grado de bachiller en ciencias físicas y matemáticas (1921). En 1922, viaja a Baltimore (Estados Unidos) para estudiar medicina en la Universidad John Hopkins. Esta orientación profesional le había sido sugerida por sus profesores de secundaria. Para mejorar sus conocimientos del idioma inglés, se inscribió en el Beddie School, cerca de Trenton (Nueva Jersey); pero tuvo que regresar a Caracas en 1923, sin haber podido iniciar estudios médicos en Estados Unidos, debido a las dificultades económicas por las cuales estaba atravesando su familia. Algún tiempo después, decide cursar estudios de derecho en la Universidad Central de Venezuela y por vía de práctica, obtuvo una posición de auxiliar en el bufete de Carlos Sequera, reputado entonces como uno de los mejores de Caracas. En los sucesos estudiantiles y populares de febrero de 1928 contra el gobierno de Juan Vicente Gómez, Pérez Alfonzo, en protesta por la detención de algunos de sus compañeros universitarios, se hizo detener, junto con otros estudiantes, en el retén policial de Caracas y estuvo preso durante 15 días en el castillo Libertador de Puerto Cabello. Sin embargo, no se le considera vinculado a la llamada generación de 1928, por razones de su edad y porque aquélla fue su única actuación en ese movimiento. Obtuvo el título de doctor en ciencias políticas y sociales en la Universidad Central de Venezuela, en 1931, para lo cual presentó una tesis intitulada «La legítima defensa de los derechos patrimoniales». Ejerció la profesión de abogado durante varios años, especializándose en derecho civil. En 1936, muerto Gómez, comienza su actividad política y su vida pública, vinculándose al Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), cuyos estatutos redactó y luego, al Partido Democrático Nacional (PDN), donde fue estrechando sus lazos de amistad con Rómulo Betancourt. El triunfo de la izquierda en las elecciones municipales celebradas en el Distrito Federal (1936) le ofrece oportunidad de asumir el cargo de síndico procurador municipal de dicha jurisdicción, en cuyo ejercicio se enfrenta con frecuencia a la Gobernación del Distrito Federal en defensa de los intereses municipales y populares. En 1939, fue elegido concejal por Caraballeda y diputado al Congreso Nacional. En 1941 obtuvo, por concurso, una cátedra de derecho civil en la Universidad Central de Venezuela, la cual ejerció durante varios años, contribuyendo a la renovación académica de los estudios jurídicos en su especialidad. Fue uno de los fundadores del partido Acción Democrática, en 1941. Participó como ponente por la minoría parlamentaria unificada (AD e independientes) en el debate que tuvo lugar en la Cámara de Diputados sobre el proyecto de Ley de Hidrocarburos de 1943, salvando su voto por razones jurídicas, técnicas y políticas, aunque reconociendo los aspectos positivos de ese instrumento legal. Fue designado vicepresidente del partido Acción Democrática en 1945. Aunque no participó en la gestación del movimiento que derrocó al gobierno constitucional del general Isaías Medina Angarita (18.10.1945), fue invitado a colaborar en el régimen que lo sustituyó y como secretario de la Junta Revolucionaria, redactó el acta constitutiva del gobierno provisorio presidido por Rómulo Betancourt. El 20 de octubre de 1945, fue nombrado ministro de Fomento del nuevo gobierno, cargo que ejerció hasta febrero de 1948, cuando asumió la Presidencia de la República Rómulo Gallegos, quien lo ratificó en esa posición ministerial. Fue el redactor de importantes decretos, reglamentos y resoluciones de índole económica y administrativa dictados por la junta que presidía Betancourt. En su carácter de ministro de Fomento, a cuyo despacho correspondía entonces todo lo relacionado con minas e hidrocarburos, estableció las bases de la política denominada de «No más concesiones petroleras» y fue autor principal de la reforma legal, adoptada el 12 de noviembre de 1948, mediante la cual se estableció la fórmula, conocida mundialmente como el fifty-fifty (50-50), de reparto del excedente petrolero entre el fisco nacional y las compañías concesionarias extranjeras. A la caída del gobierno de Rómulo Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, fue apresado, pasó 7 meses en la cárcel de Propatria (Caracas) y fue expulsado del país. Vivió con su familia en Estados Unidos y México, hasta la caída de Marcos Pérez Jiménez en 1958. Durante su prolongado exilio, se dedicó a estudiar en profundidad el problema petrolero venezolano e internacional, publicando algunos importantes trabajos sobre esta materia en el periódico Venezuela Democrática, órgano de AD en la clandestinidad. Al asumir la Presidencia de la República, Rómulo Betancourt, en 1959, lo nombró ministro de Minas e Hidrocarburos, cargo que ejerció hasta 1963. Encabezó la delegación venezolana al I Congreso Petrolero Árabe celebrado en El Cairo (abril 1959) en el que se gestó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Pérez Alfonzo consideraba la regulación de la producción como la mejor forma de controlar los precios de petróleo, tesis que mantuvo hasta su muerte. En ese sentido, sugirió en El Cairo la creación de un órgano de consulta de los países exportadores de petróleo, la Comisión Coordinadora para la Conservación y el Comercio de los Hidrocarburos, que fue el antecedente inmediato de la OPEP, en cuya iniciativa lo acompañó el jeque Abdullah El Tariki, para entonces ministro de Petróleo de Arabia Saudita. En colaboración con El Tariki, Pérez Alfonzo, formuló, en mayo de 1960, las bases del «Compacto Petrolero» que luego sería la OPEP, la cual se constituyó el 14 de septiembre de ese mismo año, en Bagdad, con 5 países miembros fundadores: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela, cuyo conjunto aportaba el 88% de la exportación mundial de petróleo para ese año. Por ello, Juan Pablo Pérez Alfonzo ha sido considerado como el «Padre de la OPEP». En el mismo año, fue creada por su iniciativa la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP, 19.4.1960), empresa del Estado destinada, en principio, a servir como agente de un proceso de rescate progresivo de la actividad petrolera para la nación. Fue ratificada la política de «No más concesiones» y se estudiaron fórmulas alternativas para la explotación del petróleo en las áreas reservadas por la Nación, algunas de las cuales se pusieron en práctica. Pérez Alfonso viajó continuamente a los congresos árabes, a las reuniones de la Conferencia de la OPEP, a países consumidores y exportadores de petróleo, explicando sus ideas, aprendiendo con la experiencia de lo realizado en otras latitudes, luchando contra los intereses de las transnacionales petroleras que se sentían desplazadas de su dominio omnímodo. En 1961, publicó su primer libro, Petróleo, jugo de la tierra. A mediados de 1963, se retiró de la vida pública activa, aunque siguió hasta su muerte estudiando la materia petrolera (y energética en general) y aportando opiniones e ideas para la mejor defensa del interés nacional en ese campo fundamental. Desarrolló, en particular, la tesis denominada «el efecto Venezuela», sobre las consecuencias negativas para el país de la exagerada abundancia de recursos fiscales y financieros originados en el petróleo y administrados ineficientemente sin que se pudiera lograr la buena «siembra de petróleo», tantas veces preconizada por dirigentes nacionales. Era partidario de una reducción sustancial de la producción de petróleo, de su conservación como materia cada vez más valiosa y de un austero y racional uso del ingreso petrolero nacional. Filósofo natural, asceta de vida recogida, alertaba frecuentemente al país sobre los peligros del consumismo, del crecimiento incontrolado de la población, de los proyectos «faraónicos» con endeudamiento público y de la desviación de recursos de los campos esenciales. En 1976, de regreso de un viaje a China, quiso ensayar un modelo de comunidad rural moderna, cerca de Cumaná, como elemento de formación de una sociedad sana y sencilla, en lo cual fracasó. Murió de cáncer en Estados Unidos. En acatamiento a su voluntad testamentaria, su cadáver fue cremado y sus cenizas esparcidas en el mar. D.F.M.Z."

Leer Noticia Completa...

Romulo Gallegos

 

Escritor, educador, político y presidente de la República (febrero-noviembre 1948). Hijo de Rómulo Gallegos Osío y de Rita Freire Guruceaga. En 1894, ingresó en el Seminario Metropolitano, pero sale obligado no sólo por su corta edad sino por la muerte de su madre, acaecida el 13 de marzo de 1896 y por la necesidad de ayudar a su padre a sostener la familia. Termina de cursar su primaria entre 1898 y 1901, año en que ingresa en el colegio Sucre, donde tiene como maestros a Jesús María Sifontes y a José Manuel Núñez Ponte y recibe el título de bachiller en 1904. En ese mismo año, se inscribe en la Universidad de Caracas para seguir la carrera de leyes, la que abandona en 1905. En 1906, fue designado jefe de la estación del Ferrocarril Central, en Caracas. Ya Gallegos había comenzado su larga trayectoria como escritor. En 1903, redactó, junto con F.S. Bermúdez, el semanario El Arco Iris y en el número 8 del mismo, había publicado un ensayo titulado: «Lo que somos». Cuando el 31 de enero de 1909 aparece el primer número de la revista La Alborada, de la cual es uno de los redactores, publica el artículo «Hombres y principios» y será en esta revista donde Gallegos va a publicar algunos de sus ensayos más conocidos. Al año siguiente (1910), publica el cuento «Las rosas» en la revista El Cojo Ilustrado. En enero de 1912, es designado director del Colegio Federal de Varones de Barcelona. Desde esta ciudad, se casa por poder (15.4.1912) con su novia Teotiste Arocha Egui, ceremonia que se realiza en El Valle (Caracas). El 4 de junio siguiente muere el padre de Gallegos, y éste regresa a la capital, donde es nombrado, el mismo año, subdirector del Colegio Federal de Caracas, el cual más tarde sería el liceo Caracas (hoy liceo Andrés Bello). En esa institución, permanecerá hasta 1918, para ir seguidamente a la Escuela Normal de Caracas y volver, como director, al ya liceo Caracas (1922-1930). Allí conoció a muchos de los que 20 años después le instarán a encabezar la formación del partido Acción Democrática. Entre los que pasaron por las aulas del liceo Caracas estaban: Raúl Leoni, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Armando Zuloaga Blanco, Clemente Parparcén, Miguel Otero Silva, Elías Toro, Isaac J. Pardo, Rafael Vegas, Carlos Irazábal, Ricardo Razetti, Edmundo Fernández, Nelson Himiob, Antonio Anzola, Inocente Palacios, Simón Gómez Malaret, Ramón Rojas Guardia, Ángel Ugueto, Enrique García Maldonado, José Tomás Jiménez Arráiz y muchos otros que dejaron su huella en distintos campos de la vida venezolana. En 1913, publicó unos cuentos bajo el título de Los aventureros. En 1920, contando 36 años de edad, sale a la calle su primera novela, El Último Solar, vuelta a publicar, con modificaciones y supresiones no siempre acertadas, en 1930, con el título de Reinaldo Solar. A partir de ese hito, la creación narrativa de Gallegos adquirió la fuerza lenta pero poderosa de afianzamiento de la ceiba o del roble. Propietario y director de la revista Actualidades (1920-1922), fue también director de la revista Lectura Semanal. Un oportuno viaje a Europa, el triunfo de Doña Bárbara (1929), la tentación de una oferta del gobierno del general Juan Vicente Gómez, una enfermedad de Teotiste, le llevaron a radicarse fuera de Venezuela, renunciando al halago de un cargo senatorial. Y en Europa, en Barcelona de España, concluyó 2 de sus obras magnas: Cantaclaro (1934) y Canaima (1935). Después de la muerte de Gómez (1935), Gallegos regresó a Venezuela a iniciar una gestión de hombre público relevante, la cual culminó con su ascenso a la Presidencia de la República en 1948. El partido Acción Democrática, que lo llevó al poder, estaba fundado por sus antiguos alumnos. Se reencontraban en una encrucijada de la historia. Gallegos creyó «prestarse» solamente a la acción política. No fue así. Desde la iniciación misma de su actividad como militante de partido y como figura de máxima representatividad democrática, empezó a descuidar inevitablemente su obra de ficción narrativa. Aún publicó algunos libros, pero ninguno de ellos alcanzó el vigor creativo de la trilogía compuesta por Doña Bárbara, Canaima y Cantaclaro. La parábola creativa de Gallegos inicia su descenso después de Cantaclaro. Pobre negro (1937) es una novela desigual sobre los acontecimientos políticos de la Guerra Federal. La construcción de Sobre la misma tierra (1941) es mejor, pero la escritura es de pinceladas cortas, sin el aliento acostumbrado, como un guión de cine. La versión publicada de El forastero (1942), rehecha, pues el libro había sido escrito en 1921, resulta muy inferior a la original. En el caso de Gallegos se advierte con claridad que el arte tiene sus propias exigencias y requiere vidas consagradas enteramente a él. El genio galleguiano se pudo manifestar en toda su plenitud, cuando lejos de Venezuela, entre 1931 y 1935, se dedicó de lleno, sin otra interferencia que la nostalgia de la patria, a su obra creativa. Aunque persiguiera en sus libros una finalidad edificante, el propósito moralista se diluía cuando se apoderaba de él la pasión de la pura ficción. Es el arte de escribir lo que le concede a su obra, en sus momentos culminantes, su valor específico, no las ideas de bien o de crítica y denuncia sociales. Constructor antes que imaginador, maestro antes que artista, educador antes que inspirado, dentro de esa armadura intelectual de elección ética, el daimon de la creación y de la imaginación penetró su obra, lo asomó a inquietudes y misteriosas realidades. Fugas y destellos, mensajes del más allá, refracciones de los símbolos, metáforas de la poesía. El bien, al imponer su alegoría triunfal fue penetrado más de una vez por el demonio de la belleza. Por eso los personajes más fascinantes y mejor logrados de su creación no son los «buenos», sino las representaciones cargadas de dramatismo y de oscuridad del «mal», de la barbarie, de una América abismal: Hermenegildo Guaviarede, El Forastero, Doña Bárbara, Melquíades Gamarra, El Mapanare, Cholo Parima, El Sute Cupira, Santiago Argimírez. Más allá de la antinomia tan aceptada de la lucha entre la civilización y la barbarie lo que realmente determina la existencia de los personajes de Gallegos es el encuentro con el sí mismo. El planteamiento historicista y sociologizante tapa esa búsqueda ontológica de sus héroes o antihéroes, pero una vez que se despoja su narrativa de esta insistencia, de esta evidencia, también se descubre no solamente la estructura simbólica de su pensamiento y su proyección universal, sino el desgarramiento del protagonista entre el ser y el no ser, ante el engaño del lenguaje que lo dice, sin que él pueda decirse y decir. Nombrado ministro de Instrucción Pública en marzo de 1937, Gallegos renuncia al cargo en junio del mismo año. Es electo diputado al Congreso Nacional en 1937, en representación del Distrito Federal (1937-1940). Ejerce la presidencia del Concejo Municipal del Distrito Federal (1940-1941). Es lanzado como candidato presidencial de oposición en un mitin en el Nuevo Circo de Caracas en 1941, en la campaña electoral que llevará a la presidencia al general Isaías Medina Angarita. El partido Acción Democrática, del cual figura como miembro fundador, lo postulará como candidato a la presidencia en 1947 y será electo presidente constitucional el 14 de diciembre de ese año. Corto es el tiempo de su gestión presidencial. Es derrocado por un golpe militar el 24 de noviembre de 1948. Nuevamente va al exilio para no volver a Venezuela sino hasta 1958. Durante ese segundo exilio, muere su esposa en Ciudad de México el 7 de septiembre de 1950. Obvio resulta insistir en el carácter de noble civilidad del novelista, en lo que representó cuando su derrocamiento, en la correspondencia que tuvieron su vida y su obra. Su misma civilidad, su rechazo de la violencia bárbara, procedió inicialmente de hechos existenciales. La infancia del futuro novelista hubo de impresionarse hondamente con las historias de guerrillas y alzamientos. En la memoria del niño se grabaron aquellas imágenes de crueldad primitiva, brotadas de incendios y batallas, como formas de terror. Los mayores, circunspectos, comentando aquellos acontecimientos corrientes en la vida de la Venezuela de entonces, crearon su pasión de paz y civilidad. Combatiría esas imágenes de violencia con la visión del monte Ávila, símbolo de la voluntad serena y fuerte, como dijo uno de sus personajes. El joven Gallegos era dado a las caminatas por el entonces verdeante y fresco valle de Caracas, por las faldas de la serranía, frecuentemente envueltas en la bruma de las alturas. La Vega, Antímano, Catia, Sabana Grande, Chacao, El Valle, eran pueblos aislados entre haciendas de caña, hortalizas, vaqueras y pasto. Gozaba de la íntima comunicación con el paisaje. En Reinaldo Solar, evoca las caminatas con sus amigos por las barrancas en el extremo norte de la ciudad, allí donde mueren las estribaciones del Ávila. Gallegos nunca pudo escribir la novela de la destrucción del valle, del crecimiento canceroso de la urbe, del tránsito enloquecido de una Venezuela rural a otra petrolera. Pero dentro de esa imagen rural, sierra de la Costa, llano, selva, tierras del Zulia, se esconden figuraciones míticas mayores, signos metafóricos trascendentes, personajes de procedencia arquetipal, que traducen esa heredad, aquellas vivencias, a una cosmovisión y a un más allá iluminadores, al tiempo no cronológico de la ficción simbólica. En esa dimensión en que el origen y el fin se cierran en un círculo mágico, como el bejuco de Juan Solito, se ingresa a la indestructibilidad de lo esencial de la obra galleguiana. Esta constituye, en última instancia, una proposición de redención venezolana por dentro del individuo, sin excluir la denuncia exterior. Esa interioridad no se diluye en el hedonismo introspectivo ni en el regodeo psicologizante, sino se concentra dramáticamente sobre el mentirse a sí mismo y los engaños de la palabra (subalterno lenguaje de la política, demagogia política del lenguaje) y en la ficción de una vocación adánica de renacimiento, tal como lo procura el Marcos Vargas de Canaima, pero no lo logra. La obra de Gallegos por eso nunca es optimista o mejor dicho, en el fondo, pese a que los «buenos» triunfen, constituye una toma de conciencia poderosa e intuitiva de la imposibilidad de ser uno mismo. Premio Nacional de Literatura (1957-1958), elegido por unanimidad individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua (1958), Rómulo Gallegos es reconocido como uno de los primeros escritores del país. En 1965, se crea el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos y en 1972, se funda en Caracas el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG). J.L."

Leer Noticia Completa...

Leonardo Ruiz Pineda

 

Nace en Rubio (Edo. Táchira) el 28.9.1916 Muere en Caracas el 21.10.1952 Leonardo Ruiz Pineda ejerció importantes roles como abogado, escritor, periodista y político. Quizás en este último ámbito, fue donde tuvo su esbirros de la Seguridad Nacional en 1952, en uno de los principales símbolos de la lucha por la democracia y la libertad durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Fueron sus padres Víctor Ruiz y Rosa Pineda. Los estudios primarios en su pueblo natal, mientras que la secundaria la cursó en el liceo Simón Bolívar de San Cristóbal, donde fundó junto a Ramón. J. Velásquez y Ciro Urdaneta Bravo, la revista Juventud en 1930. En 1936, se traslada a Caracas con la finalidad de estudiar derecho en la Universidad Central de Venezuela; al año siguiente asume la dirección del periódico La Voz del Estudiante hasta que fue clausurado por el gobierno de Eleazar López. Posteriormente, desde las filas del Partido Democrático Nacional (PDN), en actividad clandestina, inicia su militancia política. Luego de obtener el grado de doctor en Ciencias Políticas, regresa al Táchira en 1940. Por este tiempo funda y dirige el diario Frontera y preside el Salón de Lectura de San Cristóbal. En 1941, organiza en esta ciudad la seccional del partido Acción Democrática. En 1945, desempeña la Secretaría de la Junta Revolucionaria de Gobierno, instaurada el 18 de octubre luego del golpe de estado que derrocó al régimen de Isaías Medina Angarita, cargo en el que permanece hasta que es nombrado como presidente por estado Táchira para el lapso 1946-1948. Durante la presidencia de Rómulo Gallegos fue designado ministro de Comunicaciones (febrero de 1948), cargo que ejerce hasta el derrocamiento el 24 de noviembre de 1948 de Gallegos. Hecho prisionero el propio día del golpe de estado, permaneció 6 meses en la cárcel; tras su liberación asumió la Secretaría General de Acción Democrática en la clandestinidad contra el gobierno de la Junta Militar presidida por Marcos Pérez Jiménez. El 21 de octubre de 1952 es muerto a balazos por agentes de la policía política (Seguridad Nacional) en la avenida principal de la barriada caraqueña de San Agustín del Sur.

Leer Noticia Completa...

Romulo Betancourt

 

De origen humilde, estudió bachillerato en Caracas. Después interrumpiría los estudios de Derecho, iniciados en la Universidad Central de Venezuela, para entregarse a la actividad política. En los sucesos estudiantiles del año 1928 figuró como uno de sus lideres más activos. También participó en la frustrada rebelión militar contra el General Gómez, ocurrida ese mismo año en la Capital, llamada popularmente "golpe de abril". Fue uno de los centenares de estudiantes presos de la dictadura gomecista. Estuvo exiliado durante los últimos años de este régimen. Al regresar a Venezuela, en 1936, apenas muerto el dictador, trabajó intensamente en la constitución de grupos partidistas democráticos. Estuvo al frente de algunos de ellos hasta la definitiva organización de Acción Democrática, partido policlasista de integración popular, del cual fue fundador, líder máximo y su presidente vitalicio. Betancourt llegó al poder como Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, mediante un movimiento de facto, cívico-militar (Octubre 1945). En 1959 llegaría por segunda vez a la silla presidencial, mediante elecciones libres y directas, un año después que el pueblo y algunos sectores de las fuerzas armadas destronaron la dictadura del General Pérez Jiménez (1948-1958). El gobierno constitucional de Betancourt (1959-1964), se enfrentó a varias contingencias que pusieron en peligro la estabilidad del régimen: el alzamiento del General Castro León (1 960), un atentado terrorista que estuvo a punto de costarle la vida (1960), dos alzamientos producidos en Carúpano y Puerto Cabello (Mayo-Junio 1962, respectivamente) y el surgimiento de las guerrillas que ocasionó una sangrienta pugna entre el gobierno y las fuerzas rebeldes. Una vez concluido su mandato se aisló del país algunos años y de retorno a la patria se reincorporó a su partido al más alto nivel, desde donde ejercía sobre su militancia una suerte de patriarcado ideológico y político. Su actividad como periodista y ensayista político produjo una decena de libros, entre los cuales el primero de ellos, "En las huellas de la pezuña", fue publicado en 1929; el de mayor densidad, "Venezuela, política y petróleo", en 1956; y el último, sus "Memorias", presumiblemente su obra póstuma, está todavía en manos de la comisión editora. El traslado de los restos de Betancourt de New York a Caracas (30-9-81) y el sepelio ocurrido cuarenta y ocho horas después, constituyeron un suceso de información de masas sin precedentes en el país.

Leer Noticia Completa...

La Generacion del 28

 

Con el nombre de "Generación del 28" se conoce al grupo de estudiantes universitarios que protagonizaron en el carnaval caraqueño de 1928 un movimiento de carácter académico y estudiantil que derivó en un enfrentamiento con el régimen de Juan Vicente Gómez. En tal sentido, lo que inicialmente fue un proyecto restringido al ámbito de la Universidad Central, se transformó en una propuesta destinada a la modificación del sistema político venezolano de comienzos del siglo XX. En un primer momento, los jóvenes que ingresaron en la Universidad Central de Venezuela entre 1923 y 1925, tomaron la iniciativa de reconstituir los centros de estudiantes pertenecientes a las facultades de Medicina, Derecho e Ingeniería. Luego como paso siguiente promovieron el restablecimiento de la Federación de Estudiantes de Venezuela, organismo coordinador de todos los centros de representación estudiantil, hasta entonces suspendido por una disposición que databa del gobierno de Cipriano Castro. En esta etapa destacan como organizadores los siguientes personajes: Jacinto Fombona Pachano, su primer presidente; Raúl Leoni, su segundo presidente; Elías Benarroch; Isaac Pardo, Miguel Otero Silva, Juan José Palacios, José Tomás Jiménez Arráiz y Rafael Echenique Chirinos. Asimismo como parte de este proceso de reactivación de la universidad como centro generador de conocimiento y de debate político, se efectuaron durante este lapso diversas actividades culturales que apoyó con sumo interés el rector Diego Carbonell. Con el objeto de recaudar fondos para la realización de este plan, en el carnaval de 1928 se organiza La Semana del Estudiante, en cuyo programa destacaban los siguientes actos: 1. Desfile desde la Universidad hasta el Panteón Nacional, en homenaje a los próceres de la Independencia. 2. Coronación de la reina de los estudiantes Beatriz I ( Beatriz Peña), en el teatro Municipal. 3. Recital de la juventud, en un teatro capitalino. 4. Concentración juvenil en La Pastora. 5. Preparación de una becerrada que no se realizó debido al desarrollo de los acontecimientos. Los Acontecimientos Debido a la participación de Pío Tamayo, antiguo exiliado político y uno de los introductores del marxismo en Venezuela, quien en la coronación de Beatriz I lee un poema juzgado como subversivo por las autoridades gomecistas; a las primeras intervenciones de los estudiantes de derecho, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Joaquín Gabaldón Márquez, también estimadas como inconvenientes por los cuerpos de seguridad, y al "acto irrespetuoso" de Guillermo Prince Lara, quien rompió una lápida en honor a Juan Vicente Gómez; el Gobierno decide poner fin a los actos conmemorativos de La Semana del Estudiante, encarcelando a Tamayo y a los demás jóvenes, conduciéndolos a La Rotunda. Ante la inesperada reacción oficial y en actitud solidaria frente a lo que consideraban un injusto cautiverio, el resto de los estudiantes se entregó de manera voluntaria a la policía, lo que resultó una maniobra que desconcertó completamente a los cuerpos represivos. Posteriormente, el Gobierno los trasladó al castillo de Puerto Cabello, permaneciendo allí detenidos 214 estudiantes, durante 12 días, hecho que hasta entonces nunca había ocurrido en el país. Por su parte, la Universidad de Los Andes reaccionó casi de enseguida frente a los sucesos, lo que sirvió de acicate para que en las principales ciudades se levantara una ola de protestas que hizo ceder al gobierno, quien finalmente los liberó. Este hecho fue bastante significativo, ya que la sociedad venezolana que hasta ese momento había mostrado una actitud sumisa frente a la dictadura gomecista, planteó la lucha contra la tiranía en un campo novedoso para un caudillo como Gómez: la Calle. Al poco tiempo de la liberación de los estudiantes, se produce un acercamiento entre algunos de éstos (Juan José Palacios, Francisco Rivas Lázaro, Fidel Rontondaro y Germán Tortosa, entre otros) con jóvenes oficiales del Ejército-entre quienes se encontraba el hijo Eleazar López Contreras- con la finalidad de planificar un golpe de Estado que debía ejecutarse el 7 de abril de 1928, pero que fue debelado antes de producirse. Con el objeto de obtener la libertad de los compañeros detenidos a raíz del intento de sublevación del 7 de abril, un grupo de estudiantes redacta en octubre de 1928, un documento dirigido a Juan Vicente Gómez donde se le pide a éste que reconsiderara su severa medida. No obstante, Gómez no sólo desatiende sus demandas sino que manda capturarlos, siendo conducidos en medio de protestas públicas junto a cerca de 200 estudiantes a las colonias de Araira, donde se construía un tramo carretero, en el que deberían cumplir trabajos forzados. Por otra parte, aquellos estudiantes que eran considerados como más peligrosos (Pedro Juliac, Rafael Chirinos, Ricardo Razetti, Antonio Sánchez Pacheco, Antonio Anzola Carrillo, Clemente Parparcén, Eduardo Celis Sauné, Enrique García Maldonado, Guillermo López Gallegos, José Antonio Marturet e Inocente Palacios) fueron conducidos al inhóspito presidio de Palenque. Mientras que el resto fue trasladado al castillo de Puerto Cabello, donde permanecieron hasta principios de 1929, cuando fueron dejados en libertad y expulsados del país. En un principio los estudiantes del 28 regresan a Venezuela después de la muerte de Gómez (17.12.1935) como un grupo homogéneo que pretende desarrollar proyectos comunes. Sin embargo, lentamente comienzan a escindirse en banderas políticas distintas. Algunos se apartan de manera definitiva de la vida pública para dedicarse a otras actividades, mientras que en los grupos más combativos se formaron los núcleos de los futuros partidos Acción Democrática (AD) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV). Asimismo, dentro de este grupo hubo quienes destacaron por su aporte a los ámbitos artístico y científico. Entre los que se inclinaron por la creación artística figuran personajes como Guillermo Meneses, Miguel Otero Silva, Felipe Massiani y Antonio Arráiz; mientras que entre el segundo grupo se encuentran Miguel Acosta Saignes, Isaac J. Pardo, Rodolfo Quintero y Juan Bautista Fuenmayor. En síntesis, la importancia de la "Generación del 28" en la historia contemporánea de Venezuela radica en tres aspectos fundamentales. Por un lado, un caudillo como Juan Vicente Gómez habituado a dirimir los conflictos políticos en los campos de batalla, se enfrenta a un grupo de estudiantes que actuando como colectivo plantean una lucha en un ámbito desconocido por Gómez y en general por los caudillos del siglo XIX, la ciudad. En otras palabras, a partir de este momento las batallas políticas del siglo XX se desarrollarán en las ciudades mediante huelgas generales, paros, boicots, etc. Por otro lado y en relación con lo anterior, el carácter colectivo del movimiento de 1928, expresado en la propia denominación de "Generación", formará parte de otro importante elemento de ruptura con la historia política del siglo XIX, la despersonalización del poder. Es por esto que pese a la cantidad de liderazgos (Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, Raúl Leoni, Juan Bautista Fuenmayor) presentes en los sucesos de 1928, ningún tuvo un protagonismo especial, predominando la unidad del grupo sobre cualquier individualidad, lo que será un adelanto de una de las principales características de las organizaciones políticas del siglo XX: la disciplina partidista. Por último, con los jóvenes estudiantes del 28 se introducen nuevas ideologías (socialismo, marxismo, democracia) a las cuales no pueden adaptarse viejos líderes como Gómez. En tal sentido, una doctrina como el Liberalismo que fue central durante todo el siglo XIX, pierde su vigencia ante el surgimiento de ideas tales como la lucha de clases, la socialdemocracia, los partidos policlasistas, la importancia del Estado como agente planificador de economía, etc. En definitiva, se puede decir que con la llamada "Generación del 28" se introducen los elementos de cambio que le permitirán a Venezuela romper con el siglo XIX e insertarse en el XX.

Leer Noticia Completa...

Historia del Nombre del Partido

 

No. No hablemos del partido, sino del nombre del partido. El nombre lo escogió Rómulo Gallegos, que también fue el verdadero fundador de Acción Democrática. Sus discípulos, sus jóvenes amigos, se incorporaron a su idea. Entre ellos Rómulo Betancourt, que se convertiría en el "líder máximo" y, para muchos, el "padre" de la democracia venezolana. Inicialmente Gallegos, que estaba exilado en España cuando tuvo la idea de formar un partido político, pensó en llamarlo "Acción Republicana", que era el nombre de una importante organización española. Pero luego se dio cuenta de que Venezuela ha sido republicana desde 1811, y no hay que buscar, como en España que era una monarquía, que se imponga la idea de una república. Y entonces se dio cuenta de que, así como había muchos españoles que soñaban con ver a España convertida en una república para siempre, muchos venezolanos tenían derecho a soñar con que en el país se impusiera, para siempre, la democracia. Sus discípulos, Betancourt, Raúl Leoni, que en esos días todavía se creían marxistas y venían de deslindarse de los comunistas, le agregaron al ingrediente democracia el socialismo, para inscribir al partido en las corrientes socialdemócratas de mundo, diferenciadas de las corrientes comunistas, o del "socialismo real", como se le llamó al comunismo para diferenciarlo del "socialismo utópico". En 1945 un golpe de estado llevó a Acción Democrática al gobierno, y su acción fue poco menos que desastrosa. Una confusión, un batiburrillo, un abracadabrante sistema de disparates, una soñar con una revolución imposible, llevó a aquel gobierno a la tumba. Y lo curioso es que quien pagó los platos rotos fue Rómulo Gallegos, elegido Presidente de la República por votación universal, directa y secreta, el primero que lo conseguía en la historia de Venezuela. A apenas ocho años de gobierno, fue derrocado por los mismos chafarotes que habían llevado a Acción Democrática al gobierno tres años antes. Y luego de un hiato de diez años, en 1958 Acción Democrática volvió al poder, por elección universal, directa y secreta. El elegido fue Rómulo Betancourt, que hizo un gobierno aceptable, dañado por la agresión permanente de la extrema derecha y de la extrema izquierda. Lo sucedió otro discípulo de Gallegos, Raúl Leoni, que hizo un gobierno excelente, a pesar de los abusos y los crímenes de unos pocos, especialmente de militares y policías. En las elecciones de 1968 se vio por primera vez un cambio de partido. Un auténtico cambio democrático, que llevó al gobierno a Rafael Caldera, jefe del partido socialcristiano Copei. Acción Democrática se había dividido: se fueron de su seno los que todavía creían en un socialismo democrático, en una revolución democrática, que formaron el MEP, partido que poco a poco se disolvió como la marga llevada por cualquier río. El problema real fue que todo el mundo dio por sentado que el nombre del partido había tenido éxito, y Venezuela ya era realmente democrática. Pero en 1992 unos militares de mala entraña dieron no uno, sino dos golpes de estado, y aunque fallaron en su intento, despertaron al monstruo de la antidemocracia, el que tenía sus seguidores en los perezjimenistas y en los comunistas ortodoxos, que desprecian a los demócratas desde lo más alto de sus mentes primitivas. El monstruo antidemocrático logró, en 1998, derrotar en las elecciones a los seguidores y partidarios de la democracia, con la ayuda de los más menguados "líderes" de Acción Democrática y Copei. ¿Recuerdan ustedes, por ejemplo, a Octavio Lepage? Aquel personaje de baja estatura que chilló desesperadito como un mínimo energúmeno desde la presidencia del Senado rogando que lo dejaran encargado de la Presidencia de la República más de lo treinta días que establecía la Constitución, después de que él y otros "líderes" lograron defenestrar a Carlos Andrés Pérez, en un juicio amañando que demostró que en Venezuela no había estado de derecho. O a los adecos y copeyanos que se empeñaron en candidaturas absurdas en 1998 y de golpe y porrazo abandonaron a sus candidatos y trataron de hacer actos de magia cuando ya era muy tarde. Los disparates de Acción Democrática y Copei, la corrupción que permitieron y alentaron, la ineficiencia que permitieron, fueron causas eficientes del triunfo del monstruo atidemocrático en 1998, con el agravante de que los enemigos de la democracia, los chavistas, olla podrida de perezjimenistas, comunistas y militares, lejos de solucionar los problemas que habían tolerado los demócratas, los ha agravado. Es increíble oírlos: sostienen que si los adecos y los copeyanos robaron como robaron, ellos tienen perfecto derecho a robar. En pocas palabras, los hechos han demostrado que fuimos muy optimistas al creer que la democracia se había impuesto en Venezuela. Y tenía razón Rómulo Gallegos: hay que luchar a muerte por la democracia, porque el monstruo antidemocrático, que hoy está en el gobierno, está vivito y coleando. Y si con la caída del Muro de Berlín murió el "socialismo real", y hasta el socialismo en general, la antidemocracia, la esencia de mentes primitivas que no tienen sentido del deber ni de la decencia, vive y actúa en Venezuela. Y hay que luchar hasta el agotamiento para derrotarla. Para empezar de nuevo. Para buscar que al fin se imponga la democracia. Una democracia limpia, sin corrupción, sin fraudes, sin "viveza criolla". Como la soñó en los años de la década de 1930, en su exilio en Barcelona de España, el novelista Rómulo Gallegos.

Leer Noticia Completa...
Powered By Blogger

podrán reclamarnos mañana, si evadimos el compromiso solemne, si desertamos del rumbo, si abandonamos la marcha..."

Leonardo Ruíz Pineda (1916-1952)