Mérida vive una crisis de principios y valores que estimula la delincuencia

A juicio de William Dávila Barrios, candidato a la Gobernación del estado Mérida por la Alianza Democrática constituida por más de una decena de organizaciones políticas y sociales, Mérida vive una crisis profunda de principios y valores que nos está llevando a niveles de degradación que son un caldo de cultivo para la delincuencia. Se ha venido perdiendo el valor del trabajo, la palabra empeñada ya no es un compromiso, se ha perdido la honestidad, la amistad y la solidaridad y la constancia ya no sirven como valores, las familias se matan entre sí, y a la religiosidad como base de la fe y la creencia de un pueblo se le sustituye por la ideología del partido, del Estado, del centralismo, y esto necesariamente afecta la seguridad en Mérida. Asegura Dávila Barrios que uno de los compromisos que ha asumido es el proyecto “Salvemos la juventud en peligro”, porque esa juventud es el patrimonio de Mérida y de Venezuela, y lamentablemente no se les está orientado sobre la importancia de aprender a trabajar. “Han perdido la costumbre al trabajo, y eso ha generado en gran parte la delincuencia, y a mi me preocupa que no se ha establecido una estrategia efectiva que rescate los valores y principios de la juventud merideña. Nosotros tenemos que hacer un compromiso muy merideño de darle a nuestros jóvenes la oportunidad de prepararse para el futuro, porque muchas veces los jóvenes que por primera vez delinquen es porque no están capacitados para trabajar y obtener el sustento para poder vivir”, manifestó William Dávila. A su juicio, en Mérida se debe comprender que para combatir la delincuencia juvenil, no es sólo con represión o con la fuerza pública, sino que hay que atacar el problema desde la raíz a través de programas de capacitación al ciudadano, permitiéndoles sentirse importantes, haciéndoles saber que cuentan con talentos y cualidades que le pueden beneficiar económicamente y que pueden convertirse en un medio capaz de generar aportes a Mérida y al país. Manifestó su preocupación por cuanto una gran parte de los niños que nacen aquí en Mérida se desarrollan en entornos donde la falta de valores como el amor son el pan de cada día, en medio del maltrato, el rechazo, el hambre; todos estos factores lanzan a la calle futuros jóvenes delincuentes, sin metas y frustrados ante otros jóvenes que han tenido una mejor suerte. Por ello, definitivamente hay que convocar a todos los sectores de Mérida para enfrentar la delincuencia más allá de la represión policial, desarrollando una estrategia que nos permita abordar este flagelo. “¿Qué perspectiva puede tener un joven que por primera vez entra a la cárcel y se ve con ese lamentable cuadro de violencia y muerte, de tráfico de drogas, que existe en el Cepra? Ese joven que entra a la cárcel, tiende a perderse definitivamente, por todas las cosas que deben aprender dentro de la cárcel para sobrevivir y prevalecer entre los diferentes grupos de reos hasta el día que le concedan la libertad en el caso de que logren salir con vida, para continuar realizando actividades delictivas, con más conocimiento y dominio, pues permanecieron en una cárcel que les permitió desarrollar esas estrategias y explorar las maneras para dañar, situación que nos afecta directamente a los merideños”, recalca. Para finalizar, señaló que con gran dolor debe reconocer que tenemos una sociedad enferma y que este Gobierno no ha sido capaz de convocar a todos los sectores de la sociedad para trabajar en la corrección del caso, porque el Gobierno con su lenguaje de odio, lo que hace es muchas veces utilizar la delincuencia como un arma terrorista para inflingirle miedo a los opositores y a la gente que trabaja y produce. Lo que sí es cierto es que Mérida no puede desangrase a diario como lo está haciendo. El presente y el futuro del país se nos van todos los días, en las morgues y en los cementerios. Por favor, la unidad que yo pregono no es solamente la política, es la unificación de los merideños para rescatar nuestros valores y nuestros principios, concluyó William Dávila Barrios. (Prensa WDB)